a Rodolfo Walsh, O Wilde, F. G. Lorca y A. Sajarov
La Pietá de Michelangelo
devino en madre caníbal,
y el Guernica de Pablo
se multiplicó en papel moneda,
y la paloma de la paz
estalló en el aire,
y se repitieron
los Apocalypsis’ raiders.
Los que quedamos
apretamos los dientes
y contra tanto luchamos
como fieras;
y hoy nos masacran
sin piedad
pero aún tenemos tiempo
de escribir algunos versos.
de “Alguna vez me escribieron versos”
(Edición de Horacio de Zuasnabar, Rosario, 1997)
